F I L O S O F A R R

Con actitud despreocupada disfruta de un cigarrillo, irradiando una aura de frescura y estilo. Sin embargo, la realidad se hace evidente cuando una señal de "Indebido" es colocada cerca de él, recordándonos que nuestro propio apego a hábitos perjudiciales nos convierte en los verdaderos simios descuidados.

El esqueleto, en su desesperado ritual, busca en vano recuperar la vitalidad y el esplendor perdidos en el abismo de la muerte.

Cerebro señalado por la astucia, gritando: OOUEA mientras es señalado.

Con un ojo partido como un vidrio fisurado, refleja la tristeza de un pasado perdido, como si cada grieta en su mirada contara la historia de un mundo antiguo desgarrado por el tiempo.

Sobre el cielo azul, un pájaro musculoso con gorro y patas enfundadas en zapatos, desafía las leyes de la gracia mientras deja un rastro oloroso de rebeldía en su paso.

En las grietas de su rostro partido, se ocultan los lamentos silenciados de un pasado ancestral que clama ser recordado.

En medio de los fragmentos carmesíes, su esencia resplandece, una mujer en rojo cuyos pedazos revelan una historia desgarrada pero inquebrantable

The photo of this heartbreaking Greek statue invites us to reflect on the transience of life and the inexorable passage of time. It makes us question our own mortality and the durability of our works and achievements. It is a wistful reminder that even the most majestic and timeless creations will eventually succumb to the relentless march of time.

"En el abrazo del silencio, la muerte encuentra su morada eterna"